El ”qué dirán” es natural pero delicado, porque puede salirse de control, limitar nuestra vida innecesariamente, dañar nuestra economía y estropear nuestros planes. Pero no todo es malo, el “qué dirán” tiene sus beneficios; de hecho, en éste se esconden algunas de las fuerzas generadoras de bienestar y felicidad, más grandes, que tiene el ser humano a su disposición.
¿Cómo así que ventajas del “qué dirán”?
Si dedicamos un artículo entero a explicar cómo el “qué dirán” representa una amenaza a nuestro bienestar y nuestros planes; donde decíamos que nuestra mente durante la evolución humana sobre-enfatizó la importancia de las opiniones de las demás personas, buscando ser aceptados en la tribu, que era la única forma de sobrevivir; y analizamos también cómo en nuestra sociedad actual, numerosa e hiperconectada, esa “obsesión” por ser aceptados genera conflictos.
Incluso también dedicamos un artículo completo explorando y planteando estrategias para superar el “qué dirán”. Entonces, ¿Cómo es que ahora vamos a decir que el “qué dirán” es algo bueno?.
Pues resulta que sí. Aunque en esos artículos hicimos menciones muy cortas y ligeras diciendo que el “qué dirán” podía ser saludable, resulta que es cierto.
El interés por pertenecer y tener una vida social funcional ( A.K.A “Qué dirán” ), apareció en nuestras mentes para ayudar a nuestra raza a sobrevivir y prosperar. El “qué dirán” aún cumple su papel, él satisface ciertas necesidades básicas y fundamentales que son prerrequisito para prosperar, sentirnos felices y tener una vida plena.
El objetivo de este artículo es explorar algunas de esas bondades que se esconden dentro del “qué dirán” y plantear algunas estrategias para explotarlas a nuestro favor.
Pero primero… ¿Qué es realmente el “qué dirán”?
Cuando hablamos del “qué dirán” normalmente nos referimos a las opiniones que tienen las personas que nos rodean sobre nosotros; que si están de acuerdo con nuestras ideas o no; que si les agrada lo que hacemos o no; que si les gusta compartir con nosotros; que si podemos contar con ellos; que si cuando necesitemos ayuda nos la va a dar o nos van a “dejar morir”.
O sea, el “qué dirán” es un concepto que hace referencia a si nos sentimos aceptados o rechazados por las personas que nos rodean… por nuestra comunidad. Hace referencia a lo importante que es para nosotros nuestra sociedad.
Ahora sí… ¿Qué características positivas encontramos en la sociedad?
La sociedad juega un papel fundamental en la vida de todo ser humano y está llena de características positivas que lo ayudan a sobrevivir y prosperar.
Satisface las necesidades básicas
Para empezar, es la sociedad, en su estructura y sus dinámicas, la que te ayuda a satisfacer tus necesidades básicas. Gracias a estapuedes conseguir seguridad, alimento y refugio fácilmente, es casi que un derecho adquirido por el simple hecho de haber nacido (Que tampoco es TAN simple).
Acceso a la sabiduría y avances de la humanidad
Es sólo por pertenecer a la sociedad que tienes acceso al conocimiento y los desarrollos técnicos y tecnológicos que se han venido construyendo y acumulando a lo largo de la historia humana. Gracias a esto no tienes que empezar de nuevo, no tienes que reinventar la rueda, ni redescubrir la física, no tienes que vivir como cuando no existían acueductos o cuando no había energía eléctrica.
Puedes empezar a vivir y construir partiendo del estado actual del arte y del mundo; puedes “Pararte en los hombros de gigantes”.
Contacto con otras personas
En la sociedad y en la comunidad es donde encuentras más gente con quien relacionarte, allí es donde están tus compañeros, tus amigos, tu pareja, tu familia… allí están esas personas con quien compartes experiencias y creas memorias, esas personas que conforman tu tribu, que conforman tu círculo social cercano… las personas que creen en tí, que te apoyan, te animan, te aconsejan, te ayudan a levantarte, te celebran, las personas con las que disfrutas.
En la sociedad encuentras las personas con quien puedes crear relaciones significativas, que son las que al final del día, te van a hacer ser más feliz e incluso saludable.
Propósito para la vida
Un propósito significativo para tu vida sólo lo puedes encontrar en la sociedad… yo no te puedo decir cuál es tu propósito, pero si te puedo decir en dónde lo puedes encontrar… lo encuentras en el prójimo.
Tu propósito puede estar en tu familia cuando dedicas tu vida a sostenerla y sacarla adelante; puede estar en otras personas cuando tu vocación es ayudar a una comunidad como quien trabaja en un hospital, en un colegio o en cualquier empresa que atienda al público; tal vez esté en el público en general como es el caso del arquitecto que diseña un puente, el empresario que vende un producto o el investigador que trabaja por develar los misterios del universo; quizá no esté en la humanidad si no en su ecosistema, como es el caso de quien se dedica a recuperar los bosques y los océanos, o los que dedican su vida a cuidar y proteger a otras especies; incluso hay muchos que encuentran su propósito en crear arte para que los demás puedan disfrutarlo, como los músicos, pintores y escultores.
El asunto es que tu propósito no lo vas a encontrar dentro de tí, lo encontrarás cuando unas lo que te gusta, lo que sabes y lo que eres capaz de hacer, con el mundo exterior… con otras personas, con tu sociedad, con tu ecosistema.
La mayor fuente de felicidad… Ayudar
En el camino evolutivo, pertenecer a una comunidad funcional era tan… pero tan importante para sobrevivir que en el cerebro se desarrollaron mecanismos super fuertes que hacen que el ayudar a otra persona o contribuir al bienestar o al crecimiento de la comunidad se sienta muuuy bien.
Cuando ayudamos a otra persona, sea cercana o desconocida, y ella expresa su gratitud; el cerebro produce grandes cantidades de dopamina, serotonina y oxitocina, más conocidas como las hormonas de la felicidad.
La dopamina nos hace sentir placer y nos hace sentir motivados; la serotonina nos pone de buen humor, nos hace sentir felices y mejora el funcionamiento los órganos; y la oxitocina es la conocida como la hormona del amor; además estas hormonas contrarrestan los efectos del cortisol, que es el que nos hace sentir estrés (más información).
Esto significa que en tu comunidad tienes una forma “fácil” y segura de encontrar bienestar, de mejorar tu estado de ánimo, de sentir placer y de ser feliz… ayudando a los demás.
¿Cómo podemos aprovechar las características positivas de la sociedad?
Si conocemos las características positivas que podemos encontrar en la sociedad en general y en nuestra comunidad; podemos usarlas como herramientas para ayudarnos a vivir una buena vida, para sacarle el máximo provecho, para disfrutarla.
Trazar un plan de vida satisfactorio y divertido
En mi opinión una buena vida es aquella que se disfruta mientras se vive y deja un buen recuerdo cuando se acaba.
Si sabemos que cuando ayudamos a otras personas nos sentimos bien y que sólo trabajando por el bien de los demás vamos a lograr sentir que nuestra vida vale la pena; podemos entonces sentarnos a revisar nuestro plan de vida y de ser necesario ajustarlo o incluso replantearlo.
Haz un inventario de tus gustos, intereses y habilidades; y luego proyéctalos sobre el bien común. Pregúntate… ¿cómo puedo utilizar lo que sé y lo que me interesa para ayudar a prosperar a mi familia, a mi comunidad, a mi especie o a mi planeta?. Ahí encontraras un objetivo digno al cual apuntar, un propósito que si lo persigues, hará que cuando tus días se estén acabando, mires hacia atrás y te sientas orgulloso de la forma en que gastaste tu tiempo y tu energía.
Pero como la idea no es sólo perseguir un objetivo digno, sino también, disfrutar el camino, entonces elabora tu plan de forma tal, que disfrutes tu labor; incluye actividades, escenarios y personas que te hagan sentir bien, y haz, que tan frecuente como sea posible ayudes a alguien más. Porque recuerda que la mente recompensa más al que da, que al que recibe, así que hazlo por tí, por tu bienestar.
Yo sé que tu plan de vida es tuyo y de nadie más, que sólo tú lo debes trazar y no tiene por qué parecerse al de nadie… pero también sé, que si consideras este par de conceptos dentro de tu plan… la percepción que tú tienes de tu vida puede mejorar significativamente.
Usar nuestra influenciabilidad como herramienta de mejora
Si sientes que hay cosas que quieres hacer, pero por más que lo intentas, parece que nunca lo logras, entonces esta puede ser una buena herramienta para tí; quizá quieres madrugar más para aprovechar el día, pero cada que suena la alarma la apagas y sigues durmiendo o le das al botón de snooze 10 veces antes de realmente levantarte; tal vez, quieres empezar a hacer ejercicio, pero cuando lo intentas renuncias después de 15 días; o quizá sucede cuando intentas meditar, leer, estudiar, salir a caminar o cualquier otra actividad retadora.
Nuestro interés natural por buscar la aprobación de los demás, y especialmente la de las personas más cercanas nos hace altamente influenciables. Aunque esta “influenciabilidad” muchas veces puede jugar en nuestra contra, también puede ser usada a nuestro favor.
Recuerda que “tu eres el promedio de las 5 personas con quien más pasas tiempo”, así que rodéate de personas que ya hagan lo que tu quieres hacer; y más temprano que tarde, a través del ejemplo te vas a sentir incentivado y presionado a adoptar los nuevos hábitos.
Modifica tu círculo social cercano para modificar tu comportamiento, y si no puedes hacerlo de forma física por limitaciones espaciales, económicas o sociales, entonces hazlo de forma virtual. Utiliza tus redes sociales para unirte a grupos y seguir gente que hace lo que tu quieres hacer… busca las personas que están viviendo la vida que tú quieres vivir y siguelos.
Esta idea puede parecer un poco simplista y facilista pero es altamente efectiva, funciona a niveles mucho más profundos de lo que te imaginas, si cambias las personas a las que escuchas, puedes cambiar hábitos, ideas, prioridades, propósitos e incluso principios.
Dejar que el karma guíe nuestras decisiones
El karma, ese concepto que dice que si haces algo mal, algo malo te sucede después; suele interpretarse como una mecánica medio mágica o mística. Pero resulta que si se analiza teniendo presente las mecánicas de nuestra mente y las dinámicas sociales, resulta que el karma no es sólo algo muy lógico, sino que también, es algo que funciona en ambos sentidos, funciona con los buenos y con los malos actos.
Resulta que en las dinámicas que desarrolló nuestra mente para reforzar y fortalecer nuestro comportamiento como comunidad, no sólo hay una que hace que ayudar al otro se sienta súper bien, sino que hay otras que hacen que queramos retribuir a quien actúa bien y castigar a los que se comportan mal, que eran mecánicas orientadas a fortalecer nuestras comunidades, incentivando los buenos actos y eliminando los malos.
Por esto, yo no sé si de forma mística y mágica el karma funciona, pero sí sé que la sociedad y las vueltas de la vida se encargan de que lo haga. Tus debilidades y defectos, la vida te los cobra; pero tus fortalezas y bondades la vida te las recompensa, no sólo recompensa haciéndote sentir muy bien, si no que además, la comunidad en sus dinámicas complejas va a intentar recompensártelas
Si entiendes este concepto y lo interiorizamos como cierto (que lo es), podemos ver el ayudar a los demás como algo altamente beneficioso e incluso podemos ver el actuar desinteresadamente como un acto interesado; podemos entender que el mejor camino para buscar nuestro bienestar personal, es ayudar a los demás a encontrar el de ellos.
Plantear un marco ético laico
La definición de lo que es ético y lo que no, ha sido una tarea que históricamente se le ha delegado a las religiones. Sin embargo, para nadie es un secreto que la capacidad de influencia de las religiones ha ido disminuyendo cada vez más.
Todas las religiones se han visto envueltas en tanto enredos, escándalos y problemas, que han alejado a muchas personas y tienen tanta historia que el vínculo de muchos se ha vuelto algo más fundado en la tradición, donde ellos son miembros más por título, que por convicción y acción.
Este debilitamiento del alcance de la religión deja un gran sector de la sociedad sin un marco claro y definido de lo que está bien y lo que está mal… de lo que es ético. Esto lleva a que a cada persona le toque definir lo que está bien y lo que no, y bajo este escenario la conveniencia, el oportunismo y la influencia de otros, se convierten en factores que pueden entrar a deformar y distorsionar la idea de lo que es correcto, perjudicar a la comunidad y en últimas a la misma persona.
Si tú eres una de esas personas que por algún motivo esta peleada con la religión, en la sociedad y en el trabajar por el bien de los demás puedes encontrar un marco ético fuerte, coherente e independiente de cualquier religión.
Si miras a la sociedad como un mismo organismo y entiendes que tu papel en la vida es contribuir al bienestar de ese gran ser, vas a encontrar una buena regla con la cual medir tus actos, puedes saber cuando tus decisiones son constructivas o no. Además, puedes tener la tranquilidad de que (como lo mencionamos en el anterior segmento) el karma existe y esto implica que si te riges por este principio, serás bien recompensado.
Este es un tema que personalmente me parece super interesante, donde hay mucho por decir y por explorar. De hecho, hay un libro escrito por el mismo Dalai Lama abordando precisamente esta idea, se llama “Más allá de la religión”).
Para terminar… ¿Qué podemos concluir?
Entiende bien y ten presente cómo es que la búsqueda por la aceptación de los demás, o tu preocupación por el “qué dirán” se puede tornar negativa (leer más); pon límites, establece reglas y toma las acciones necesarias para asegurarte de que las ganas de pertenecer no se tornen en tu contra (leer mas); pero después de esto… vuelcate a tu comunidad.
Haz que tus propósitos realmente apunten a beneficiar a alguien más, ayuda a quien puedas tan frecuentemente como puedas y confía en el karma… nada te va a dar más satisfacción, crecimiento y bienestar.
TL;DR (Too Long; Didn’t Read)
Aunque el qué dirán es algo delicado y que puede ser perjudicial, también tiene su lado positivo, de hecho, muy positivo.
El qué dirán es un concepto que hace referencia a si nos sentimos aceptados o no por quienes nos rodean, hace referencia a lo importante que es nuestra sociedad.
La sociedad es vital para nuestro bienestar, ella nos ayuda a suplir nuestras necesidades básicas, en ella encontramos conocimiento y tecnología, encontramos las personas que nos importan, en ella podemos encontrar un propósito significativo para nuestra vida y también encontramos la mayor fuente de alegría y felicidad… el ayudar al prójimo.
Podemos utilizar estas características para:
- Replantear nuestro plan de vida de forma que persigamos un objetivo del cual nos sintamos orgullosos y que disfrutemos el proceso.
- Usar nuestra “influenciabilidad” como herramienta para mejorar nuestros hábitos y estilo de vida.
- Guiar nuestros actos por el karma y entender que la mejor forma de estar bien con nosotros mismos, es ayudando a los demás a estar bien.
- Plantear un marco ético laico basado en buscar el bienestar de la sociedad, viéndola como un único gran organismo. (Opción útil para ateos y agnósticos)
Lo importante es tener claro cómo es que puede tornarse perjudicial el anhelo por la aceptación de los demás y poner los límites necesarios para evitar caer ahí; después de eso, lo mejor es volcar nuestros actos a buscar el bienestar de la sociedad… es la mejor forma de invertir nuestro tiempo y energía.