La personalidad es una combinación de características, unas negativas o perjudiciales que llamamos defectos y otras positivas o constructivas que solemos denominar cualidades. La lista de diferentes defectos que se puede encontrar en la gente es enorme, sin embargo, lo mismo sucede con las cualidades que el ser humano puede presentar o aprender, todos tenemos un poco de ambas y tenemos la capacidad de cambiarlas. Son tantas las características positivas que podemos desarrollar que se suele generar la impresión de que esta lista de cualidades no es algo que debemos perseguir y desarrollar, sino más bien es como un menú, donde debemos elegir 4 o 5 y con eso debe ser suficiente, por otra parte, en la sociedad no suele haber una noción clara de cuáles son las más importantes, no hay una guia que nos ayude a enfocarnos y a priorizar. Sin embargo, la realidad es que no todas son igualmente importantes, hay algunas que generan un impacto más profundo en nuestras vidas y traen mejores consecuencias que otras, como la virtud, el coraje y el honor.
El tema de las cualidades humanas es poco hablado, peor aún, es un tema socialmente más bien menospreciado, que se suele pasar por alto y que se considera “poco cool”, se suele pensar que es algo que se enseñaba por allá en primaria cuando éramos niños, y además, poca atención le poniamos a la profesora, se tiene la impresión que es un tema del que de pronto hablarán los psicólogos o tal vez los libros de superación personal, libros que en nuestra cultura suelen tener una imagen desfavorable porque se tiene la idea social, que el que lee estos libros es débil y tiene problemas, y se supone que debemos ser lo suficientemente fuertes para superar nuestros problemas solitos. Es un tema que se suele dejar a la intuición de cada uno, a lo que sea que haya aprendido en su infancia, y no se le suele echar mucha cabeza más allá de esto.
Aunque sabemos que tenemos la capacidad de superar defectos y de adquirir nuevas habilidades, es socialmente sabido y aceptado que la perfección es imposible de alcanzar, y en vista de que la lista de cualidades que podemos buscar es tan enorme y que algunas son muy difíciles de adquirir, se llega a la conclusión de que nadie va a ser capaz de adquirirlas todas y por lo tanto, con tener unas cuántas será más que suficiente, es así como se llega a una zona de confort que nos deja tranquilos pero a su vez estancados. La situación es aún peor cuando no se tiene una noción de cuáles son las cualidades prioritarias, si no se tiene una especie de ranking que te ayude a enfocarte en cuáles son esas habilidades y características que son más importantes desarrollar para tu vida, lo que termina normalmente sucediendo es que vas a pensar que es suficiente con las 4, 5 o 10 que tienes porque te fluyeron de una forma más natural, o porque te las inculcaron en tu infancia, sin importar cuales son. Sin embargo, la realidad es que aunque todas las cualidades son positivas para la vida hay unas que te sirven más que otras, no va a servir igual para tu vida ser aseado que ser una persona honrada.
Aunque yo entiendo y estoy de acuerdo con la idea de que es imposible desarrollar al máximo todas las cualidades humanas, y que hacerlo probablemente requeriría más tiempo y energía del que tenemos, si pienso que hay que darle importancia al tema, priorizar las que más nos van a servir y tener una actitud de desarrollo y mejoramiento continuo. Mi objetivo en este artículo es hacer un pequeño recorrido por las cualidades que considero más importantes para vivir una buena vida.
Las tres básicas
Virtud
La definición básica dice “Virtud es el hacer lo correcto y no hacer lo incorrecto”, yo la elijo como la inicial, porque es la que nos da un norte, es la cualidad que establece un compromiso no sólo con el bien sino con evitar el mal. La virtud, plantea la necesidad de que exista un esquema ético que nos defina lo que se debe y lo que no se debe hacer, lo que está bien y lo que está mal, y nos obliga a regirnos por él. Este esquema puede ser el religioso, el legal, el social o puede ser una construcción personal, basada en otros y en las experiencias e ideas propias; lo importante es que se tenga una definición de lo que está bien, lo que está mal y un compromiso con dicho esquema.
Vivir con virtud te traerá una sensación de rectitud, paz interior y auto respeto, además ayudará a mejorar cómo te ven los demás y por ende, tus relaciones con ellos; la gente te verá como una persona más confiable, alguien que trae paz a su entorno, que es justo, admirable y sentirán que es agradable estar cerca de tí.
Coraje
El coraje, es la fuerza mental y moral para enfrentar, perseverar y resistir las dificultades como el peligro, el miedo, el dolor, la incertidumbre y la intimidación. La vida es lo mas hermoso y preciado que tenemos, está llena de momentos agradables y tiene una infinidad de cosas por disfrutar; sin embargo, no todos los momentos y todas las experiencias en la vida son placenteras, si tenemos un plan para nuestra vida o si queremos lograr algo con ella, es un hecho que van a haber dificultades. Incluso, si decidimos vivir sin norte y tomando siempre el camino más fácil, vamos a tener que enfrentar momentos difíciles, el miedo, el dolor, la incomodidad y la inseguridad, son algunas de las muchas dificultades que se presentan en nuestra vida con regularidad, lo normal y lo ideal es que estas sensaciones no estén presentes de forma constante en nuestra vida, pero debemos aceptar que son visitantes frecuentes, por eso, esta es una de las cualidades más importantes a desarrollar.
No dejarnos paralizar por las dificultades y estar dispuestos a enfrentarlas, nos va a permitir tomar el control de nuestra vida y darle la dirección que deseamos, aceptar estos momentos como una realidad natural y necesaria va a evitar que suframos y que nos sintamos víctimas de la vida, finalmente, el no estancarse y perseverar nos va a permitir alcanzar nuestros objetivos.
El cerebro de forma impulsiva trata de evitar todo dolor e incomodidad como mecanismo de supervivencia, por eso, para desarrollar el coraje debemos entrenar nuestra mente haciendo periódicamente cosas que nos incomodan pero que sabemos nos hacen bien, esta rutina le va a mostrar al cerebro que el dolor y la incomodidad no es algo de lo que se deba huir, le va a mostrar que a veces es necesario enfrentarlo para lograr los objetivos.
Honor
De las cualidades que planteo como las 3 básicas, el honor, lo dejo de último porque tiene una definición amplia y nos ayuda a terminar de darle forma a estas bases que considero fundamentales para una buena vida. Tener honor significa ser honesto, ser justo, tener compasión, significa que tenemos un código de conducta y principios, y que nuestras creencias y nuestras acciones están alineados con ellos.
Los humanos somos seres sociales, nuestro éxito y la sensación de satisfacción con la vida depende altamente de nuestras relaciones con los demás, depende de cómo nos desenvolvemos dentro de nuestra comunidad, y depende, querámoslo o no, de qué tan aceptados nos sentimos por las otras personas. Todas las características que implica el honor como cualidad, son las bases para desenvolverse bien en la sociedad, desarrollarlas y vivirlas te va a traer una mayor aceptación social, vas a proyectar una imagen más confiable que mejorará tus relaciones laborales, sociales y personales, en últimas, te va a permitir cosechar los frutos que trae el ser un miembro activo y funcional de la sociedad.
Las siguientes tres
Virtud, coraje y honor son las tres cualidades que yo considero fundamentales para vivir una buena vida, sin embargo, hay otras tres que pueden ayudar a sacar el máximo provecho a tu vida y pienso que merecen ser resaltadas.
Gratitud
La gratitud es el sentimiento de aprecio por lo que se tiene o por lo que se ha recibido, puede ser por cosas materiales, por actos o experiencias. Suena como algo básico o trivial pero se han realizado numerosos estudios y se ha demostrado que la gratitud es el antídoto más efectivo contra el estrés, la tristeza, la rabia, el sufrimiento y otros sentimientos similares; sentirse agradecido por lo que se tiene bloquea en el cerebro cualquier sentimiento negativo y activa automáticamente un sentimiento de felicidad.
Podemos cultivar esta cualidad con prácticas periódicas, donde nos enfoquemos de forma intencional en las cosas que tenemos en la vida por las cuales estamos agradecidos, y podemos usar esta práctica como una herramienta para sobrellevar los momentos difíciles de la vida y en general sentirnos más felices.
Empatía
La empatía es la habilidad de ponerse en la posición de otra persona, entender la situación por la que está pasando y lo que está sintiendo. Esta cualidad nos ayuda a llevar al máximo nuestras relaciones humanas, nos ayudará a entender por qué la gente se comporta como se comporta, por qué dice lo que dice y por qué hace lo que hace; cuando el comportamiento de alguien nos afecta, nos ayudará a no tomarlo personal y a no sentirnos víctimas porque vamos a entender el por qué de la situación; por el contrario, al entender los motivos que llevan a la gente a pensar y a comportarse como lo hacen, vamos a poder realmente ayudar y convertirnos en factores de cambio y construcción en la sociedad, lo que obviamente trae una cantidad de beneficios enormes.
Optimismo
Optimismo, es coloquialmente “ver el vaso medio lleno”, es creer que todo al final va a salir bien, es pensar que las cosas pueden funcionar como queremos, es confiar que vamos a lograr encontrar lo que estamos buscando, es apostar porque vamos a ser capaces de superar las dificultades. Optimismo es que cuando nos enfrentamos a un reto, sabemos que va a ser difícil y que vamos a tener tropiezos, sin embargo, confiamos en nuestra capacidad de soportarlos, superarlos y que al final lograremos nuestro objetivo.
Es el optimismo el que nos permite apostar por las relaciones personales, nos permite embarcarnos en proyectos, nos permite ponernos metas e ir tras ellas y nos permite darle un propósito a nuestra vida. Además, nos ayuda a enfocarnos en el lado positivo de la vida, esto minimiza el sufrimiento, elimina la recreación mental de actos dolorosos o difíciles del pasado, y en últimas nos nos ayuda a vivir más felices.
Conclusiones
Virtud, coraje y honor son las que yo considero “las básicas”, adoptarlas constituye los cimientos para construir una buena vida y para ser una buena persona. Gratitud, empatía y optimismo, por otra parte, son las que te van a ayudar a maximizar tus capacidades como persona, te van a ayudar a sobresalir, a producir tus mejores resultados y a disfrutar tu paso por este mundo. Estas seis cualidades, en el orden planteado, son las que considero las más importantes, merecen ser buscadas, trabajadas y desarrolladas; hacerlo traerá felicidad, prosperidad, sentimiento de propósito y de satisfacción con la vida. Sin embargo, no son las únicas dignas de ser buscadas, el respeto, la prudencia, la generosidad y todas las otras cualidades que podemos desarrollar son positivas y beneficiosas.
Si tu eres de los que se sienten abrumados por la cantidad de aspectos en los que puedes mejorar, piensas lo difícil que sería esa labor, o simplemente no entiendes el por qué deberías invertir tu tiempo y esfuerzo en adquirir nuevas cualidades, y te inclinas más por conformarte con las cualidades que tienes y aceptar tus debilidades o defectos; te propongo mirar el tema desde una perspectiva diferente y más pragmática, no mires la lista de cualidades como una lista que tienes que alcanzar para ser perfecto, piensa más bien que cada cualidad es una medalla que al ganarla obtienes ciertas recompensas, cada medalla es diferente, tiene diferentes recompensas y son distintos los retos que debes superar para ganarla, de esta forma cambiamos la sensación de que es mucho lo que tenemos que hacer y que no seremos capaces, por la simple idea de que entre más medallas, más recompensas.
TL;DR (Too Long; Didn’t Read)
La cantidad de diferentes cualidades que podemos como seres humanos presentar o adquirir es tan grande, que frecuentemente se genera la sensación de que es imposible lograrlas todas, y por tanto, debemos conformarnos con unas cuantas, además, en vista de que en nuestra sociedad no hay una noción clara de cuáles son las características más importantes, podemos pensar que las 5 o 10 que ya tenemos son suficientes. Sin embargo, aunque todas son positivas, hay cualidades que tienen un impacto más profundo y nos servirán mejor.
La virtud es el compromiso con el bien; el coraje te servirá para enfrentar y superar las dificultades que inevitablemente te presenta la vida; el honor te hará funcionar mejor en la sociedad; la gratitud te ayudará a eliminar la tristeza y a sentirte feliz; la empatía te hará entender a los demás y a crear mejores relaciones; y el optimismo, te permitirá buscar lo que deseas y te va a maximizar los momentos de felicidad.